Por OjoPúblico.com

El informe de Oxfam, denominado Recetas para la Pobreza, fue publicado en septiembre pasado y muestra cómo no solo los laboratorios Johnson & Johnson, sino también  las compañías Pfizer, Merck y Abbott eludieron impuestos por más de 100 millones de dólares en países en desarrollo. En Perú, por ejemplo, Pfizer dejó de pagar 22 millones  de dólares en impuestos entre el 2013 y 2015.

Para este estudio, los investigadores analizaron los informes tributarios públicos y hallaron que las cuatro farmacéuticas solo reportan 5 % de ganancias en países desarrollados y 7 % en los considerados en vías en desarrollo. Sin embargo, en los paraísos fiscales (territorios donde el régimen tributario es bajo o nulo) el porcentaje de beneficios que obtienen se incrementa en 31%.

Las empresas usan maniobras legales para reducir o evitar sus impuestos  a través de esquemas de traslado de su dinero a empresas offshore que operan en paraísos fiscales. De esta manera, las cuatro farmacéuticas citadas en el estudio habrían dejado de pagar más de 112 millones de dólares en tributos en Colombia, Ecuador, Chile, India, Pakistán, Tailandia y Perú, según las proyecciones del informe de Oxfam. Esta suma hubiera ayudado a reducir las carencias que estos países tienen en sus servicios de salud.  Por ejemplo, con este dinero se hubiera podido financiar la vacunación de 10 millones de niñas contra el Virus del Papiloma Humano, una infección que causa la muerte de más de 300 mil mujeres al año.

Para calcular las ganancias que obtuvieron Johnson & Johnson, Pfizer, Merk y Roche, los investigadores consideraron el margen de beneficio global de cada una de estas empresas y lo multiplicaron con los ingresos que reciben en los diferentes países donde operan. En el informe se aclara que esta operación se realizó con el fin de obtener una cifra hipotética de las ganancias de la empresa en cada país. Sobre esta base se aplicaron los tipos impositivos para saber cuál era el impuesto que les correspondía pagar y qué cantidad pagaron en realidad.

Según el Decano del Colegio Químico Farmacéutico Departamental de Lima, Javier Llamoza, los márgenes lucrativos de las farmacéuticas citadas en el estudio sirven en varios casos “para financiar el lobby, obtener ventajas comerciales o proteger sus negocios”. “Se debe tener presente también que en el Perú estas corporaciones no pagan IGV ni aranceles por medicamentos para el cáncer, el VIH y la diabetes, y reaccionan de forma agresiva cuando se habla de licencias obligatorias para romper monopolios y reducir el precio de las medicinas”, dice Llamoza.

La investigación The Big Pharma Project de Ojo-Público.com demostró que las farmacéuticas apelan a lobbies, acciones judiciales y a la multiplicación de patentes, a través de mínimos cambios a las medicinas, para prolongar los monopolios de fabricación y venta de aquellos fármacos que les generan más ingresos.

Las farmacéuticas son las compañías que invierten más dinero en actividades de lobby. Sus inversión supera los 200 millones de dólares anuales en campañas que incluyen la captación de funcionarios del Estado que están en puestos claves para sus intereses, se advierte en el informe de Oxfam.

Estas personas le sirven a las multinacionales como ejes de presión sobre países y autoridades que no quieren implementar medidas de protección monopólica más estrictas. En el 2017, Estados Unidos amenazó a Colombia con suspender su ayuda al proceso de paz y bloquear su incorporación a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) si no desistía de su intento de aplicar una licencia obligatoria al medicamento oncológico Imatinib, cuyo tratamiento costaba alrededor de 10 mil dólares por persona.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here