Carta de Farmacias Independientes:

Las asociaciones gremiales de farmacias independientes de Chile manifestamos nuestra profunda y seria preocupación sobre las consecuencias negativas que traería la aprobación de una regulación de precios de los medicamentos o una comisión fija por dispensación, en el marco del proyecto de Ley Fármacos II.

Los principales riesgos de esta medida serán provocar un desabastecimiento de medicamentos sin precedente en nuestro país, por falta de incentivo a fabricarlos o venderlos en Chile y una crisis terminal en la red de farmacias independientes, centros de salud que brindan acceso a medicamentos en todo el país, cumpliendo una indesmentible función social.

Hoy, más que nunca, debemos entender la diversidad de realidades en el sector de la dispensación farmacéutica nacional, compuesto por pymes, medianas empresas y grandes cadenas. A partir de esta constatación, recién podremos aproximarnos a la real complejidad y peligros que involucra plantear en la discusión parlamentaria una regulación de precios de medicamentos generalizada o bien el pago de una comisión por dispensación, usando la mala fórmula de costo de adquisición y costo de dispensación para su fijación, sin estudios sanitario y económico adecuados.

Reiteramos que las Farmacias Independientes están donde no están las cadenas por tanto quienes más afectados se verán son quienes más lo necesitan, en un entorno donde cuidar la salud y mantener la dignidad del empleo será crucial. Al fijar los precios, muchas farmacias pequeñas no podrán cubrir sus gastos y tendrán que cerrar, esto se traducirá en menos competencia y por consiguiente, un indeseado aumento en el valor de los medicamentos.

En el caso de la regulación de precios, es necesario observar y comparar el precio promedio de los medicamentos en los países de la Región: Chile tiene los precios más bajos de Latinoamérica en los fármacos genéricos y en copias. En cambio, cuando se trata de medicamentos de marca con patente, esta realidad es radicalmente diferente. En América Latina, éstos son en promedio 2,8 veces más caros que un genérico y en Chile ocurre que son 20,9 veces más caros. 

Así lo demuestran diversos estudios sobre el mercado farmacéutico, entre ellos el Estudio IQVIA que analizó el precio promedio de medicamentos en 7 países latinoamericanos (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México y Perú). Destacamos además que países como Ecuador y Colombia han fracasado en el proceso de regulación de precios y hoy enfrentan el quiebre de este sector con recursos del Estado para evitar el desabastecimiento y una crisis sanitaria.

Por ello, sostenemos que el foco de cualquier regulación debe estar puesto en los precios de los medicamentos con patente o innovadores comercializados por los laboratorios internacionales, al ser éstos los que en realidad impactan el gasto de bolsillo de los chilenos. Es en esta categoría de medicamentos donde la regulación de precios debiera estar focalizada, para garantizar su acceso a la población y evitar los abusos. Es ahí donde hay un oligopolio de laboratorios que son dueños del desarrollo e investigación del producto y donde no tiene competencia hasta que haya vencido la patente, luego de 20 años.

¿Por qué entonces regular los precios de todos los medicamentos, si los medicamentos genéricos son los más baratos de la región?  Una fijación generalizada de precios no se justifica. Esta se entiende sólo cuando hay monopolios naturales, como en la energía o el agua potable, pero no se aplica a la industria farmacéutica, donde hay competencia de productos, precios y farmacias. Es importante señalar que el consumo de medicamentos genéricos y similares ha aumentado consistentemente en los últimos años.

En ese sentido, la intención de aplicar una comisión por dispensación de medicamento lo único que hará será aumentar el precio de los medicamentos que hoy ya son baratos y accesibles a la población,para financiar el precio de los medicamentos de marca que seguirán imponiendo los laboratorios.

Por último, y no menos importante, debemos evaluar las condiciones económicas, sociales e institucionales de nuestro país. La pandemia Covid 19 corroboró, entre otras muchas cosas, la situación de vulnerabilidad de nuestro país como importador de la gran mayoría de los insumos médicos y medicamentos que se dispensan en la red de salud pública y privada. Esta actual dependencia, impulsada desde los años 80’, tiene costos importantes y un enorme riesgo como ha quedado demostrado durante la pandemia. La fijación de precios eliminaría todo incentivo a producir medicamentos en el país.

Se requiere, hoy más que nunca, apoyar a la industria nacional para impulsar la fabricación y la mayor entrada de productos de marca y genéricos. En este escenario, es fundamental pensar cómo las leyes chilenas se adaptarán para abordar esta problemática asegurando la profundidad de stock que la población requiere para el tratamiento de sus patologías, y no exponerla a desabastecimientos -como paso con las mascarillas y los guantes- por una mal entendida política de regulación de precios, que en ningún momento se ha detenido a medir el impacto que tendrá en el mercado de la dispensación farmacéutica y el acceso real a medicinas.

FARMACIAS INDEPENDIENTES

  • Presidente AFFI Chile, Asociación gremial de Químicos Farmacéuticos y Dueños de Farmacias Independientes, Héctor Rojas.
  • Presidente AFICH, Asociación de Farmacias Independientes de Chile, Samuel Gálvez.
  • Secretario General UNFACH, Unión de Dueños de Farmacias A.G., Alfredo Nebreda.
  • Representantes de la Asociación Gremial de Farmacias Independientes del Sur de Chile, FINDEC A.G.

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