El Colegio de Químico-Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile, llama la atención respecto del riesgo que implica la oferta y disposición del medicamento como un producto de consumo corriente en góndolas y supermercados, debido a lo siguiente:

1. El hecho que existan medicamentos que no requieren de receta médica para su venta, no implica que éstos no puedan causar graves efectos adversos derivados de su uso indiscriminado y de eventuales errores derivados de la automedicación.

2. El medicamento es un bien social, esencial para la salud pública; y no debe ser conceptuado como mero bien de consumo. La trascendencia que tiene en la vida humana el uso de medicamentos, hace indispensable el control del Estado en todas las fases de generación del producto farmacéutico, incluida la dispensación. (El 75% de las enfermedades se tratan con terapias de medicamentos, correspondiendo el resto a cirugía).

3. Así, la Autoridad Sanitaria debe proteger los derechos de las personas y velar por la salud de la población, como lo establece el mandato constitucional.

De hecho, otros países como Argentina han revertido esta medida, dado los nocivos efectos tanto para la salud pública como para la economía y seguridad.

Frente a la demanda de un producto farmacéutico el paciente tiene el derecho y el deber de exigir que se le brinde una correcta atención. Eso, ya que todo medicamento – dependiendo de cómo se administre- puede atentar o contribuir a la recuperación de la salud.

El ofrecer medicamentos fuera de la farmacia, es privar de un derecho al paciente. El rol fundamental del profesional químico farmacéutico es realizar una dispensación informada de los medicamentos con el objeto de asegurar los efectos terapéuticos deseados.

4. Omitir la dispensación que debe realizar el profesional farmacéutico y posibilitar la venta de medicamentos fuera del mesón o fuera de farmacias, es una iniciativa irresponsable y altamente riesgosa para la salud de la población.

La automedicación puede derivar en un aumento del gasto en salud a mediano plazo, ello porque ningún medicamento es inofensivo, toda persona es potencialmente susceptible a sufrir alguna reacción adversa.

En países como EEUU, mueren más personas por mal uso de medicamentos que por accidentes de tránsito, causan más de 70 mil hospitalizaciones y sobre 7 mil muertes al año.

En Chile no se miden las consecuencias producidas por medicamentos. Los antinflamatorios y analgésicos son responsables del 25% de todas las reacciones adversas medicamentosas y, peor aún, es el riesgo en adultos mayores con polifarmacia.

Los locales comerciales no farmacéuticos, no cuentan con profesionales adecuados para orientar a los pacientes ni para hacer farmacovigilancia, detectar y reportar cualquier anomalía con los tratamientos

5. No baja los precios. Los laboratorios invertirán más en publicidad y si disminuye el precio de los medicamentos de venta directa, esperar que esta disminución no vaya compensada por aumentos en los precios de los medicamentos de venta con receta.

Las farmacias deberán contratar mayor seguridad y, en el caso de las más pequeñas, adquirir más espacios. La supuesta disminución de precios ocurriría sólo si los laboratorios estuviesen dispuestos a aumentar la oferta de productos, entendiendo por oferta la cantidad de productos que el productor está dispuesto a colocar en el mercado a un determinado precio.

De no ocurrir esto se generaría un exceso de demanda de parte de los consumidores, farmacias y supermercados, la cual sería contrarrestada por un alza en los precios para alcanzar un nuevo equilibrio de mercado.

Una segunda mirada puede relacionarse a los precios de los demás medicamentos. Ante el escenario de colocar medicamentos de venta directa en las góndolas de supermercado, se esperaría que estos organismos capten parte de la demanda en perjuicio de las cadenas de farmacia, las cuales para mantener su nivel de ingresos y utilidades probablemente aumenten los precios de los medicamentos cuya condición de venta es con receta.

Esta situación, afecta principalmente a pacientes con patologías crónicas, generando así un nuevo impacto negativo mayor en pacientes que padecen esta condición. Cabe señalar que el mercado de medicamentos de venta con receta bordea el 77% del mercado total de medicamentos.

Los medicamentos son considerados un producto con demanda inelástica lo cual se refiere a que ante una variación porcentual del precio la cantidad demandada responde ligeramente, es decir, la cantidad demandada es relativamente insensible a las variaciones del precio, por lo que de existir un aumento en el precio de los medicamentos los únicos beneficiados serían los laboratorios y las cadenas de farmacia.

6. No disminuye el gasto de bolsillo. Los medicamentos de Venta Directa son de uso ocasional y no de uso frecuente, como muchos creen. El gasto de bolsillo en Chile se debe a medicamentos para terapias de patologías crónicas, que requieren receta y deben ser prescritos y supervisados por profesionales de la salud.

Lamentamos que se insista en este tema, latamente discutido años anteriores, impulsado por la presión comercial de los laboratorios, siendo que lo lógico sería lograr una política pública de fármacos coherente con otras iniciativas de salud pública, con énfasis en enfermedades crónicas, como los antihipertensivos o antidepresivos, o de importancia en el ciclo vital como anticonceptivos.

La revisión de temas como la regulación de precios y la cobertura, deben correlacionarse a la seguridad social. Hay muy pocos casos en políticas públicas internacionales, que validen la liberación de fármacos OTC (Over the conter) fuera de las farmacias, bajo el argumento de disminución de precio o mejoramiento al acceso.

Hoy Chile cuenta con uno de los gastos de bolsillos más grande en la OCDE y existen muchas alternativas de políticas públicas, que sí han demostrado su efectividad en disminuir el costo de los medicamentos y el gasto de bolsillo.

Un estudio realizado por la WHO en políticas farmacéuticas europeas, evidenció que realizar venta de medicamentos OTC fuera de las farmacias, no aumentaba el acceso a los fármacos, ya que no disminuía su precio ni lograba mejorar la cobertura geográfica.

7. La venta de medicamentos en supermercados no mejora el acceso geográfico a la población, ya que actualmente, aledaños a la mayoría de los supermercados existe una farmacia.

El acceso geográfico a medicamentos básicos está dado por los centros de atención primaria, postas y botiquines dispuestos en las diversas comunas.

Por el contrario, si entran otros competidores con mayores posibilidades de inversión, deberán cerrar algunas farmacias chicas e independientes que dan servicio, en general, en las comunas o sectores más vulnerables.

8. Los locales que cuentan con espacio suficiente para la instalación de góndolas son principalmente de cadenas o supermercados, lo que aumenta la concentración del mercado.

Los laboratorios asociados a las tres grandes cadenas farmacéuticas son además productores de medicamentos de venta libre, por lo cual podría llegar a generarse algún tipo de alianza que afecte las condiciones de un mercado competitivo, entendiéndose por tal un mercado en el cual compradores y vendedores son tan numerosos, que ninguno por sí solo, puede influir en el precio del bien en el mercado.

9. Esta medida afecta a las farmacias independientes. Solo las cadenas están capacitados para implementar góndolas delante del mesón, que implican contar con espacio e invertir en seguridad. Muchas de las farmacias autorizadas cuentan sólo con un espacio mínimo para el mesón de venta y no hay espacio para góndolas.

Hay muchas que dan directo a la calle y no tienen manparas, lo que conectaría las góndolas directo con las personas que pasan en la calle, aumentando el riesgo de asaltos y robos, en circunstancias que en ciertos sectores. Otras por lo peligroso del sector donde se ubican y los posibles asaltos, deben atender detrás de rejas.

Las farmacias no tienen capital para contratar guardias en forma permanente en todas las horas de funcionamiento y de estar obligados a hacerlo, ese costo lo van a terminar pagando los pacientes al subir los precios de los medicamentos, y si el costo es tan elevado que no permite la venta, llevarán al cierre de las farmacias pequeñas. 

10. Por otra parte, el Colegio estima que, ante un mercado farmacéutico con estrategias agresivas de venta, se hace imperativo poner en práctica un sistema eficiente de regulación de recetas médicas.

Los químicos farmacéuticos se manifiestan preocupados ante el natural aumento de campañas publicitarias, con mensajes que pudieran considerarse riesgosos, al inducir al consumo indiscriminado de medicamentos.

A modo de ejemplo, el 2001 en Chile, un miembro de la Sociedad Chilena de Pediatría planteó el aumento de venta de jarabe Bisolvon en 800% después que el ISP eliminó su receta y se pudo hacer publicidad.

11. Esta medida no se concilia con el carácter de la Farmacia como Centro de Salud ni con las propuestas expresadas en la Política Nacional de Medicamentos, indispensable para la protección de la salud de la población del país.

12. Esta Orden Profesional enfatiza en la urgencia de concentrar los esfuerzos en crear conciencia en la comunidad respecto del respeto a la condición de venta y de los efectos de la automedicación de los medicamentos.

Así, priorizar el objetivo fundamental de resguardar la salud de las personas por sobre intereses económicos. Una política OTC no es lo mismo que la venta libre, ya que conlleva una serie de medidas de seguridad para minimizar el daño potencial y entregar un verdadero acceso a los medicamentos.

13. Por todo lo anterior, también se reiteran las demandas permanentes a las autoridades sanitarias y policiales, para controlar e impedir la venta de fármacos en medios de locomoción, almacenes y ferias libres.

14. Esta medida también es rechazada por diversos actores. Tampoco están de acuerdo con el expendio de medicamentos en supermercados las farmacias independientes, ni las cadenas, las asociaciones de consumidores, ni gremios empresariales, los auxiliares de farmacia ni diversas organizaciones de pacientes y ONGs.

Ingrese aquí para leer la comunicación completa del Colegio No a la Venta de Medicamentos Fuera de Farmacias

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