La entidad encargada del programa federal Medicare, que provee atención médica a ancianos, podrá negociar directamente con los Laboratorios los costos de ciertas píldoras basándose en su valor en otras economías industrializadas.
A diferencia de la mayoría de los países desarrollados, en Estados Unidos el gobierno no regula el precio de gran parte de los medicamentos, por lo cual las empresas pueden determinar al respecto.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de ese país divulgó un informe según el cual los principales medicamentos recetados son casi dos veces más caros en Estados Unidos que en otros países.
La alternativa delineada por el Gobierno norteamericano pretende desarrollar un índice de precios internacionales que Medicare usaría como referencia a la hora de negociar con las farmacéuticas para ahorrarse unos 17 mil 200 millones de dólares en cinco años.
El plan para combatir los elevados costos de las medicinas también comprende impulsar la fabricación de compuestos biosimilares y genéricos, y aumentar la transparencia a través de la tabla de precios del Medicare.
Además, establece eliminar reglas que impiden a los farmacéuticos asesorar a los pacientes en aras de desembolsar menos en los tratamientos, así como acabar con los intermediarios que negocian precios y descuentos entre las farmacias y los fabricantes.
Hasta ahora no se ha visto que las medidas tomadas por el gobierno hayan tenido gran efecto en el costo de los medicamentos recetados, país donde la venta de medicamentos en supermercados está autorizada hace varios años.
«Si se implementa, esta política ciertamente bajará los precios en Estados Unidos», comentó a The Associated Press, Craig Garthwaite, director del programa de atención médica en la Escuela de Administración Kellogg, de la Universidad de Northwestern. Agregó que «incrementaría los precios en Europa en una cantidad incierta, por lo que parece que reduciría el gasto general en medicamentos y la innovación».
Trump indicó que bajo el nuevo plan, el Departamento de Salud y Servicios Humanos, “le permitiría a Medicare determinar el precio que paga por ciertos medicamentos en función de los precios más baratos pagados por otras naciones».
El presidente Donald Trump acusó a las compañías farmacéuticas de haber “manipulado el sistema” de precios contra los consumidores estadounidenses, quienes supuestamente subsidian indirectamente los precios más bajos en el resto del mundo al pagar valores más altos en su propio país.
“Diría que esto es tan malo como puede ser «, reconoció un lobista de la industria farmacéutica en Washington al periodista Nicholas Florko de STAT.
Phrma, la poderosa cámara de los laboratorios multinacionales, en un comunicado rechazó la propuesta de Trump porque introduce “controles de precios” y dijo estar “decepcionada porque la administración puso a un lado las necesidades de los pacientes con estas propuestas”.
Mientras tanto, el Secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar, acusó en una reunión con reporteros que son los altos precios de la industria los que constituyen «la mayor barrera posible para el acceso de los pacientes».