Las organizaciones gremiales AFFI Chile y UNFACH, que agrupan a las farmacias independientes, se movilizaron este jueves 13 de abril para entregar una carta a la ministra de Salud, Dra. Ximena Aguilera, en la que presentan sugerencias a la autoridad para cubrir ininterrumpidamente los horarios de funcionamiento en aquellas situaciones excepcionales y justificadas de ausencia temporal del director técnico químico farmacéutico. El objetivo superior de estas sugerencias es garantizar a la población el acceso oportuno, seguro y de calidad a medicamentos.
Por una parte, en el país existe un déficit de profesionales químicos farmacéuticos para trabajar en el sector de la dispensación farmacéutica, lo cual afecta principalmente a las farmacias independientes pymes. Esto hace que sea altamente complejo cumplir con los horarios de funcionamiento que establece la normativa legal y, en ocasiones, incluso imposible.
Por otra parte, la normativa sanitaria no contempla mecanismos que permitan anteponer el interés superior de garantizar el acceso continuo seguro a medicamentos por sobre la ausencia temporal del químico farmacéutico, en casos justificados. Efectivamente, las farmacias son clausuradas por la aplicación de la medida sanitaria establecida en el artículo 178 del Código Sanitario, por orden de la autoridad sanitaria, cuando se infringe el artículo 129-A del mismo texto legal. La decisión se justifica por la ausencia del químico farmacéutico, en ocasiones por lapsos de tiempo ínfimos en relación con el horario de 44 horas.
La situación que enfrentan las farmacias independientes y las pymes es preocupante. De acuerdo con el artículo 129 del Código Sanitario, las farmacias son consideradas centros de salud y como tales son las que dan garantía de un servicio seguro de dispensación de medicamentos a la población. Por ello, es necesario tomar medidas urgentes para garantizar la continuidad del servicio y proteger el derecho a la salud de todos los ciudadanos y, a su vez, el derecho de los y las químicos farmacéuticos a ausentarse por motivos de fuerza mayor, salud o caso fortuito de índole personal.
Preocupa, especialmente, el daño que a las mujeres jefas de hogar y químicas farmacéuticas esta norma y su aplicación causan a diario, menoscabando su legítimo derecho a ser madres, al legitimo esparcimiento y al desarrollo personal, por haber elegido una profesión donde una norma mal redactada ha impuesto una condición de ejercicio de la profesión decimonónica y discriminatoria, que no dignifican ni protegen su labor y afecta negativamente el acceso a medicamentos de todas y todos los chilenos.
