Desde hace más o menos nueve años, una serie de hechos me lleva a pensar que se está definitivamente buscando el cierre de miles de farmacias independientes y concentrar la mayor parte del mercado en quienes hoy poseen cerca del 88% de la venta en valores.
Las fórmulas establecidas para conseguir estos fines están dadas por:
1) Licitación de Fonasa, claramente dirigida a favor de las grandes cadenas de farmacias, hacia donde se pretende atraer las compras de fármacos del 80% de los pacientes Fonasa.
2) Dispensación de los medicamentos de venta directa fuera de las farmacias. Se estima que un 30% de las ventas de las farmacias independientes se concentra en los fármacos de venta sin receta.
3) Proliferación de farmacias municipales o populares, subsidiadas de una u otra forma con los recursos del Estado. Cuando se alcance el objetivo que es eliminar la ya hoy precaria competencia de las farmacias independientes, bastará retirar los subsidios para que la “competencia” de las farmacias populares desaparezca. De hecho hoy estas no tocan el negocio de los medicamentos de marca de elevado valor, con lo cual poco afectan el negocio de los laboratorios internacionales establecidos en el país, quienes canalizan sus ventas vía cadenas de farmacias, Cesfar y Conac.
4) Decreto 79/2010, con el cual se ha casi extinguido las farmacias con recetario magistral. De 350 que existían hace algunos años, quedan hoy tal vez no más de unas 50. El recetario magistral es un arma absolutamente eficaz para combatir los abusivos precios de los medicamentos en Chile, afectando por tanto el negociado establecido por los laboratorios que fomentan los fármacos de marca.
Tanto el decreto proteccionista 79/2010 así como el decreto 03/2010, han sido elaborados en conjunto por el Instituto de Salud Pública y la industria farmacéutica, algo a mi juicio impresentable. Los resultados están a la vista y lo dicen todo.
De no haberse promulgado este decreto proteccionista 79/2010 estoy convencido existirían no menos de 500 farmacias con recetario magistral, la mayoría de propiedad de Químicos Farmacéuticos, cuya importante labor en esta área se ha visto también muy menoscabada, aunque poco han hecho a este respecto y por defender su hermosa profesión.
La ambición humana no posee límites, sin importar que para obtener más lucros se destruyan incluso vidas de otros seres humanos, quienes hoy no pueden acceder a sus medicamentos, por su exorbitante precio en Chile.
El recetario sería en muchos de estos casos la solución. Farmacia Daniela lo ha probado, pero nuestra labor, que incluye además la importación de medicamentos para “uso compasivo”, está en peligro debido a la permisividad del Instituto de Salud Pública, donde algunos funcionarios han permitido la proliferación de oficinas de importación de medicamentos, de forma ilegal, pues estas no cuentan con autorización sanitaria de funcionamiento, menos por cierto de un Químico Farmacéutico responsable y sin cumplir con las exigencias, incluso exageradas impuestas a las farmacias establecidas legalmente.
También se ha permitido y muy en especial a una farmacia denominada Biofórmula, para que esta en su recetario magistral cometa todo tipo de irregularidades, convirtiéndose por años en el líder de ventas al ser competencia desleal de otras farmacias con recetario magistral, que respetamos las normas sanitarias establecidas, así estas sean sin ninguna base científica.
Biofórmula, entre algunas de sus “irregularidades”, vende principios activos a clínicas y hospitales, algo absolutamente prohibido a las farmacias. Ha preparado magistrales por años de (citostáticos, inmunosupresores, Dapsona, retrovirales) etc., sin contar con las condiciones para ello.
En ambos casos hemos presentado los antecedentes y denuncias ante el ISP, de esto hace ya varios años.
En el caso de la oficina Alcamed, líder de ventas a través de la importación de medicamentos por receta médica, el ISP después de tramitarnos durante varios años ha creado hace unos meses atrás un método muy ingenioso para liberar a esta oficina ilegal de culpa y contra quienes documentadamente hemos efectuado dos denuncias y en ambas el ISP ha protegido el actuar de Alcamed.
Respecto a Biofórmula el ISP se las ha ingeniado por varios años para mantener en secreto los sumarios establecidos a esta farmacia, negándose a proporcionarnos detalle de los sumarios, a la fecha se desconocen los fallos del ISP respecto a Biofórmula.
Ruego me excusen por incluir lo que atañe a nuestra farmacia, pero ello es un ejemplo de lo que le ocurriría a cualquier farmacia, que por métodos estrictamente legales intente ayudar a los enfermos y mantener un negocio razonable, afectando con este a los poderosos intereses económicos de la industria farmacéutica.
Ojalá las Comisiones de Salud de la Cámara de Diputados y del Senado, se interesen en investigar todos los temas que hemos tocado. Los millones de enfermos chilenos y las 1.700 farmacias independientes se lo agradecerían.
Está claro que las indicaciones del gobierno están favoreciendo a las cadenas y al comercio de supermercados, dañando a todas las farmacias independientes en las cuales trabajan grandes profesionales, lo cual generará desempleo de personas muy preparadas y la desaparición de estas farmacias por falta de recursos. Es vergonzosa la forma en que se coluden los políticos con los poderes económicos, para destruir a los pequeños , que son el aporte más importante de un país. El precio de los medicamentos en nuestro país es escandaloso y se sabe perfectamente que se podría conseguir medicinas a un costo mucho más bajo.Mucha es la gente que no puede acceder a sus tratamientos y se produce un problema mayor en la salud de los chilenos, especialmente en las personas mayores y de menos recursos. Políticos…de una vez trabajen para el pueblo, para eso fueron elegidos.